A veces te «cae la locha» (en venezolano) o más elegantemente «you have an epiphany«.

Almorzando en la plaza Bolívar de Trento (jejeje, perdón, es la costumbre) miré atentamente lo que tenía enfrente (!cuánto tiempo pasamos mirando sin ver!) y desde la perspectiva adecuada vi un tridente y una cruz.  Que en nuestra simbología cristiana se oponen totalmente (cruz = dios, tridente = demonio).

Y caí en cuenta de la enorme cantidad de estatuas que hay para conmemorar a Poseidón-Neptuno, no solo en Italia, la cuna del catolicismo !sino en todo el mundo!

Y me interesó la vaina. Porque Poseidón-Neptuno es by far mucho más antiguo que Cristo, aunque el símbolo de la cruz es mucho más antiguo y más intuitivo (los niños lo dibujan espontáneamente) que el tridente.

Luego también caí en cuenta que el nombre antiguo de Trento es Tridentum (Tridente) que tratan de explicar sin mucho convencimiento que tiene su origen en tres montes chatos (dientes) que se ven a lo lejos.

Yo imagino los nuevos dioses sobreponiéndose a los antiguos pero dejando un amable lugar para los anteriores —just in case— o «porsia» , o por aquello de  «yo no creo en brujas, pero de que vuelan, vuelan».

Por eso en muchas plazas del mundo podrás observar una estatua «inocentemente» conmemorando a Neptuno (dios de las profundidades), siempre con su tridente,  muy cerca de las iglesias que conmemoran a Cristo (que representa las alturas) y que tiene como símbolo la intersección de lo divino (vertical) con lo humano (horizontal).

¿La cruz y el tridente se oponen? Tal vez se complementan y ni nos hemos enterado.

!Y menos mal que el concilio fue allí!