“Time is the longest distance between two places.” Tennessee Williams, The Glass Menagerie
“El tiempo es la distancia más larga entre dos puntos.” Tennessee Williams, The Glass Menagerie
Hace poco fui a mis compras habituales a un supermercado cerca de casa. En uno de los espacios alrededor de la entrada un «vucumprà» había extendido su manta y la tenía llena de carteras. Un “vucumprà”, para los que no han leído la entrada respectiva, es un vendedor ambulante africano que ha venido a probar suerte en Italia. Venden cualquier cosa que pueda ser transportada a mano en grandes bolsones, y que se pueda extender y recoger rápidamente no vaya a ser que la policía se ponga cómica…
Este vucumprà se especializa en carteras. Buenas imitaciones de algunas marcas hechas en China; o tal vez en Nápoles con mano de obra china (más baratas todavía).
Miré de reojo una cartera interesante. De cuero, grande, sin marcas famosas aparentes. Ideal para llevar hasta una laptop. Cometí un grave error. Los vucumprà son especialistas en leer cualquier micro-rastro de interés en la cara de los pasantes.
Me abordó de una vez: “Cuál le interesa, cuál quiere, buenos precios, cuánto quiere pagar, no se vaya”, etc. No me quedó mas remedio que detenerme, y cuando te detienes, pierdes. Ahí es difícil no comprarles. Entre muestra y muestra de los distintos modelos, tamaños, ventajas y desventajas el hombre me preguntó de dónde era yo:
yo: de Venezuela
V: ¿dónde queda?
yo: cerca de Brasil (esa referencia funciona siempre, por el fútbol).
V: ah. (silencio) ¿Y qué tan lejos es eso en avión?
yo: bueno, de mi casa, propiamente, a unas 11 horas (contando Maiquetía-El Vigía) y dos más en carro (Vigía- Mérida). Total, unas 13 horas.
V: ¡es muuy lejos!
yo: sí
V: ¿y por qué está tan lejos de su casa?
Aquí, el hombre me fastidió. Me dolió, me humilló un poco con la pregunta. Así que le respondí con impaciencia:
yo: usted también está lejos, ¿no?
V: no. Yo estoy a cinco horas de mi casa.
Me pareció que me estaba jodiendo. Una simple búsqueda posterior en Internet me lo corroboró tristemente: de Trieste a Palermo: 3 horas. De Palermo a Túnez dos horas. Sí, me jodió; de verdad.
El hombre me rebajó la cartera a la mitad sin que se lo pidiera (soy muy mala regateando), y luego a la mitad de la mitad. Finalmente la compré !por 5 euros!, antes de que me la regalara, porque esa parecía ser su intención:
alguien tan lejos de casa necesita una cartera grande…y a buen precio.