He aquí, querida familia de los Lunes, que después de leer tanta mala noticia quise escribir algo lo suficientemente absurdo y ridículo que me subiera el ánimo. A veces males extremos requieren extremos remedios. Por otro lado, recordé que uno de mis sobrinos estuvo enfermito la semana pasada y yo quería buscar alguna foto extravagante en la red para hacerlo reír un poco.
Así que encontré esta imagen que creo que puede hacernos reír a todos, a riesgo de parecer banal ante tantas tragedias venezolanas:
Pero, !esto no es todo, mes amies!
Buscando la imagen me encontré un verdadero premio: el desarrollo del tema de la “rumpology”. Síiii. Como lo oyen. “Rump” en inglés es trasero, nalgas….en fin, el culo, en buen español. Así que “rumpology” sería algo así como “culología”, «nalgología» o “pigiología” si nos ponemos cultos y alguna vez queremos presentar el tema en algún congreso.
Así que di con la página de la extravagante señora de la foto que no es otra que la madre de Sylvester Stallone, también muy conocido por su afición a las cirugías “reconstructivas” y a los sueños de eterna juventud (la madre, en la foto, tiene 90 años).

Yo no he querido ver el último film de Stallone (The Expendables) que me había prometido ver como película cómica. No tuve el valor. El asunto es que de tal palo….

En la página (que adjunto) me enteré de que la buena Sra. Stallone, en el tiempo que le queda entre una “cirugía perpetrativa” y otra, se dedica a !leer culos! …
Explico: de la misma manera en que se leen las manos, el iris, o el fondo del café o del té (dice la página) se lee el culo. Dice, también, y esto ya me interesa un poco más, que esta práctica se remonta a India, Grecia, y a la Roma antigua…
Hoy en día, uno pensaría que los únicos que practican esta «técnica» serían los viejitos verdes tipo Berlusconi, pero no. Él paga por hacerlo (aunque lo niegue), en cambio a la Sra. Stallone LE PAGAN por hacerlo.
Recuerdo que la figura más lamentable de nuestra vida nacional, en su mejor estilo de político «de altura», y como el argumento más racional y contundente que encontraba, mandaba a quien medio lo mirara atravesado a “lavarse ese culo (el decía “paltó», porque los militares suelen ser muy tímidos con estas cosas del espíritu).
Pues amigos, amigas. Ahora podemos invitar a cualquiera a “leerse ese culo” sin que ello sea ofensa y con la mejor de las intenciones. Y….sin metáforas de por medio….
Según la página anexa, cuesta 300 dólares el «cachete», 600 (no discount, sorry) por el paquete completo (ambas nalgas, pues).
Interesad*s: Seguir instrucciones en:
!Good Luck!