Dolce…ma non troppo

Sobran los tópicos en este mundo enloquecido. Pero me atrae especialmente el impasse Dolce-Gabbana / China. Imagino que todos, seguidores o no de la moda, (that bitch!), sabemos quienes son estos diseñadores multimillonarios italianos que son un excelente ejemplo de que (cambiando el dicho salmantino) Quod natura non dat, pecunia non prestat. (El dinero no compra lo que la naturaleza no da).

Y es que no puedo entender la imbecilidad de estos millonarios ofendiendo en una campaña publicitaria a los chinos para promocionar un desfile que iban a hacer en !Shangai (China) con 1500 invitados (chinos)!

La campaña tenía varios vídeos. Todos de mal gusto. Pero mi preferido es uno donde aparece una hermosa chica china a la que una voz masculina en off le da instrucciones para comerse un cannolo siciliano usando palitos. La chica, entre deliciosos melindres (como les gusta a los chinos y a los hombres, en general) y risas por la imposibilidad de la empresa, renuncia y se conforma con agarrar un poquitín de la crema del relleno. Y es aquí donde el hombre (en chino) le pregunta ¿es demasiado grande para ti?

Ofensivo, pero sobre todo estúpido, en tantos niveles que es inútil comentar. Como resultado, Shanghai les canceló el desfile, los medios sociales chinos se volcaron en insultos hacia estos italianos ignorantes (están de moda, los ignorantes en Italia) y muchas celebridades chinas que usaban sus ropas los boicotearon. Los diarios dicen que la tercera parte de los clientes de D y G !son chinos! Estos dos campeones del “savoir faire” tuvieron que salir a pedir un perdón público y universal para salvar los reales, es decir los yuanes.

Los chinos, aparentemente reaccionaron ante el sexismo y el racismo demostrados en el infeliz video (anti)publicitario. Yo, sinceramente no me lo creo. A los chinos les importa un culo (o un comino, escoja Ud) que se ofenda a las mujeres. Es una nación que sigue siendo tradicionalmente misógina y no creo que yo exagere con  esta afirmación.

Mi interpretación personalísima, es decir, maligna, es que lo que realmente ofendió al gobierno (masculino) chino fue la insinuación de que sus penes son pequeños. De toda la población masculina mundial, parece que los chinos están entre los más preocupados por este dichoso apéndice.

Una versión inesperada, quién lo diría amigo Freud, de la envidia del pene. En este caso, representado por un suculento cannolo siciliano.

 

PST: Sabes lo que es el síndrome «koro» también conocido como «penis panic«? No te pierdas la próxima entrega.

 

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