Mesmo a quem não tem fé a fé costuma acompanhar. Gilberto Gil, Andar com fé
La fe suele acompañar incluso al que no la tiene. Gilberto Gil, Andar com fé
Dedicado a Margherita Hack, quien muy probablemente nunca lea estas palabras. Y a quien, también muy probablemente, le encantaría Gilberto Gil, si lo conociera.
Desde que llegué a Trieste admiro a Margherita Hack. Obviamente, antes no había oído hablar de ella. Es una astrofísica famosa, con cientos de artículos publicados y una veintena de libros en su haber. Sólo el primer párrafo de Wikipedia te hace dar una idea de quien es:
Profesora ordinaria de la Universidad de Trieste desde 1964; directora del Observatorio Astronómico de Trieste al cual le dio renombre internacional. Miembro de los grupos de trabajo de la ESA y NASA.
Actualmente tiene 90 años y, además de por sus méritos académicos, la admiro porque tiene un espíritu jovial y combativo, y …. porque le encanta fastidiar.
Fastidia a Berlusconi y su PDL, fastidia (lo ha hecho siempre) a las religiones radicales, en general, y a la iglesia católica, en particular. Esto último, por supuesto, le ha cobrado su impuesto toda la vida. Por ejemplo, no es probable que la inviten al ICTP de Trieste. Lo que no dice mal de ella, obviamente. Pero el año pasado, unos jóvenes “indignados” de Florencia (su tierra natal) la invitaron a una «sentada» (sit in) de protesta. No solamente fue, sino que dio una clase magistral al aire libre.
Entre sus declaraciones “ofensivas” están, por ejemplo, que una vez comparó al Papa con !!la Befana!!: una brujita buena que les trae dulces o piedras –según el comportamiento– a los niños italianos el 6 de enero. Sin mala fe, claro (jejeje). Su punto era que el ser humano superaba ciertos esquemas de pensamiento infantiles (como creer en la Befana o el Papa, ooops!) y los sustituía por otros más maduros, más lógicos.
Hace poco, un engolado periodista le hacía preguntas sesudas sobre sus libros de astrofísica, y sobre cuál era su favorito, y ella respondió que, a ser sincera, el libro que más le había dado placer escribir había sido el de la bicicleta (La mia vita in bicicletta, Portogruaro, Ediciclo, 2011). Porque, además de científica, es una ciclista excelente y en su juventud fue campeona nacional de salto largo y alto.
Y, al respecto, una periodista le preguntó (también hace poco) si no había cambiado su vida deportiva dada su edad avanzada. Ella le respondió:
bueno, a veces cuando voy a bajar por la cuesta de Gretta me digo: “Margarita, recuerda que ya no tienes 20 años, y bajo más despacio”.
¿No es adorable? Esta es una cuesta muy empinada que hay aquí, detrás de la casa. Ermanno la hace a menudo, pero NO va despacio. Le faltan muchos años para «poner juicio», como Margherita.
Y la última: una periodista de uno de estos medios católicos radicales la entrevistó a propósito del descubrimiento del Bosón de Higgs y le preguntó
Period: Este descubrimiento es revolucionario?
Margarita: Es la confirmación de una teoría; o sea, de la teoría que explica la formación de la materia. Todo lo que existe está hecho de materia y a esta nueva partícula se debe la formación de todas las otras. Es por eso que Higgs la había llamado la “Partícula de Dios”.
Period: Y usted, que es atea, qué siente ante esta denominación?
Margarita: Eso es sólo una expresión. Yo no creo en Dios, pero te puedo decir que para mí Dios es el bosón de Higgs, porque está en grado de crear materia.
¡Dios mío! (o mejor dicho, ¡Bosón de Higgs mío!). La que se armó. Jajajajaja. Los radicales, que a menudo confunden la fe con la religión, se rasgaban las vestiduras y se echaban ceniza sobre la cabeza.
Dicen que la religión hinduista tiene alrededor de 300 millones de manifestaciones de dios. Mis queridos griegos (y también los romanos) eran menos prolíficos, pero no se quedaban atrás.
Ahora, y paradójicamente gracias a los avances tecnológicos, tenemos al diosecillo más pequeño (y poderoso) que haya existido.
Las religiones fallan. Las religiones pasan.
Yo, personalmente, creo que es mejor tener fe, que es la que no suele fallar, como dice la poco científica pero muy intuitiva y poética canción de Gilberto Gil con quien los dejo:
(traducción):
Yo quiero andar con fe, porque la fe no suele fallar. La fe está en la mujer y está en la cobra coral, y en un pedazo de pan. La fe está en las mareas y en la hoja del puñal. En luz y en oscuridad. En la mañana y el anochecer. En el calor del verano está más viva que nunca. La fe está también ahí, al morir triste y en soledad. Esté cierto o esté errado, la fe va donde yo voy. Y sea a pie o sea en avión, la fe acompaña incluso al que no la tiene. Porque sí y porque no. Yo quiero andar con fe, porque la fe no suele fallar.