!Feliz Año!

«Estoy cansada»… Fue una de las primeras cosas que pensé cuando vi a la anciana que vive en mi edificio, dos pisos más arriba del mío, atravesando la calle para esperar el autobús número 6 que tantas veces hemos compartido durante los 10 años que llevo viviendo aquí.

Esta anciana tiene la costumbre de NO verme. Es algo que a los triestinos se les da muy bien. Fingir que no te ven. No sé por qué demonios lo hacen. Incluso gente que se dice tu amiga. Es una experiencia que ya había tenido en Mérida en un par de ocasiones. Gente a la que conoces y que puede pasar a tu lado “sin verte”. Pero en Mérida nunca fue tan frecuente como lo es en Trieste.

Con esta anciana, en particular, yo siempre pasaba por alto el desaire y la saludaba. Ella una vez me explicó que veía muy mal. Me di cuenta de que es la segunda excusa que da este tipo de gente. La primera es “yo soy muy distraído”.

Pero este día de la semana pasada me di cuenta de que estaba cansada de estos imbéciles  globales. ¿Son sus pensamientos verdaderamente taaan importantes que no pueden interrumpirlos para un “buenos días” o una simple sonrisa?

Así que la dejé venir, instalarse en la caseta con banquito que es la parada del autobús  y… no la saludé. Ni manifesté ninguna percepción de su existencia física. Fueron 5 minutos interesantes. Ella me miraba de reojo, se agitaba, hacía movimientos como para que la notara por si acaso yo estuviera en verdad distraída, pero no. No la saludé. Y no pienso hacerlo nunca más. Llegó el bus y ella entró por una de las puertas de acceso y yo por la otra.

Luego de este pequeño acto vindicativo me sentí muy bien y luego recordé que en el calendario chino este es el Año de la Rata. Y me sentí mejor todavía, porque el concepto de “rata” venezolano era el que mejor se adaptaba a mi nueva actitud.

Días después me encontré a mí misma devolviendo con mucho donaire una descortesía a una persona que conozco que es notoriamente maleducada. Y luego diciéndole cosas a gente cercana que siempre he querido decir pero que me callaba por ¿cortesía?, ¿cobardía?

Creo que este año de la rata me aportará muchas satisfacciones de este tipo. No se sorprendan si reciben un mensaje de mi parte demasiado sincero. Una vez que abres estas compuertas ya hay poco control.

Se lo debemos a la rata que llevamos dentro. Jijijijiji (risa de rata).

!Feliz año nuevo chino!

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