Social media?


Qué gran invención decimos casi todos. Cuando pienso que he tenido más relación con algunos de mis colegas por Facebook de lo que jamás tuvimos en la vida real porque estábamos ocupados con nuestras vidas…

Zuckerberg y otros pensaron tontamente que los medios sociales unirían. ¡Ja! Es tanto el odio que he visto últimamente en ellos que estoy por retirarme de todos. No quiero pasar la última etapa de la vida oliendo esta baba venenosa. Tocando la malignidad humana.

Hace días me encontré con la foto de una tarjetita insignificante que copio aquí. El texto es sencillísimo: “Alejandro González y hermanos. Muy agradecidos. Cabimbú, 12 de Agosto de 1935”.

Pues bien, esta tarjetita con un modesto borde negro era el medio por el que se solía agradecer un mensaje o una visita de pésame recibido previamente.

Si se dan cuenta dice Cabimbú, que es el lugar donde murió José Nicolás González Barazarte, mi abuelo paterno. Y, quien un mes después de la muerte de su padre repartió las tarjetas de agradecimiento fue quien luego sería mi propio padre, Alejandro González.

Ahora, imaginen ustedes que aún hoy Cabimbú, páramo situado a 2.876 m de altura, parece más un lugar de leyenda que un sitio real. En aquel entonces distaba ocho horas a caballo de Trujillo (no había carretera) y unas seis de Boconó, donde había imprentas para hacer estas tarjetas. Imagino a mi padre de sólo 17 años, huérfano reciente, a caballo durante 6-8 horas yendo a la imprenta para ordenar y esperar las tarjetas de agradecimiento que luego repartiría él mismo, también a caballo, como intercambio de cortesía, como agradecimiento por esa otra cortesía máxima que es la solidaridad ante la muerte. Así eran los medios sociales de entonces.

En estos días leo asqueada en los diarios italianos que una tal Maria Giovanna Maglie, figura de la TV, flamante seguidora de Mateo Salvini, tal vez en su afán de seguir el rastro de odio que este deja a su paso, dice en una entrevista y escribe en twitter, que si Greta Thunberg (la ecologista adolescente sueca) no estuviera enferma (tiene síndrome de Asperger), le pasaría con el carro por encima…

Por su parte, Rita Pavone (sí, aquella de las pecas, todavía está viva) ha dicho, en sus medios sociales que Greta le parece “un personaje de películas de terror”, y Giuliano Ferrara, un periodista muy conocido dice directamente que Greta Thunberg le parece «aborrecible» y que detesta sus trenzas…

Tanto si es por lograr unos minutos de notoriedad, como si es por pura crueldad humana, estos son ejemplos del odio alimentad hoy en día en los medios cada vez más anti-sociales

La imagen de mi padre a los diecisiete, años en su caballo solitario, yendo a repartir tarjetas de agradecimiento casi me hace llorar.

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