estreñid@s

Hace poco fui a una farmacia aquí en Trieste, y como estamos todavía en la práctica del distanciamiento social tuve que esperar mi turno para acceder al mostrador, así que me puse a examinar los carteles y anuncios que decoraban el interior.

Propagandas de remedios mágicos contra todo: desde los piojos (sí, hay piojos en el primer mundo) hasta el estreñimiento y los callos. Para mi asombro, TODOS los sufrimientos con su antes y después del remedio, estaban ilustrados con fotos de mujeres. Uno de los males comunes y, según estas propagandas, exclusivamente femenino, es el estreñimiento. Esto me dio qué pensar porque en la televisión (aquí en Italia, al menos) pasa lo mismo. Los intestinos llenos de una caca pertinaz que no encuentra un camino fácil hacia el exterior son —según los comerciales— femeninos.

Yo tengo la mala costumbre de no creer en la propaganda. De querer una confrontación con los hechos. Y en mi entorno, desde mi infancia, pude observar una larga cadena de hombres estreñidos. Mi propio padre, por ejemplo. Así que fui a ver algunas estadísticas no especializadas (tipo Wikipedia) y estas dicen que sí, que el estreñimiento parece afectar al doble de mujeres que de hombres. Ajá, pero y el resto de afecciones? ¿Alergias, picadas, picazón en las partes pudendas o *prudendas (de prurito y pudenda)? Yendo a la realidad (enemiga de la propaganda), si la mayor inclinación a adquirir picazones en las partes íntimas afecta más a las mujeres, por qué  las mujeres no se la pasan rascándose la entrepierna? En Trieste es insoportable cuando se trata de hombres de ciertos países orientales (no digo cuáles para no ser tachada de intolerante religiosa, jajaja): andan en la calle rasca que te rasca las pelotas. Un día le pregunté a una amiga que si en su religión estaba prohibido a las mujeres mostrar ni un cabello, por que no les prohibía a los hombres mostrarse tocándose las bolas tantas veces al día…  A lo mejor es al contrario, a lo mejor lo recomienda. Las religiones son bastante insensatas en lo que les aconsejan a mujeres y hombres, ya sabemos.

Pero no nos alejemos. Estábamos en la farmacia donde el reino de la enfermedad es femenino.  Y me dio por dudar de la estadística también. Hay tanto de atraso y tradición hasta en campos donde no lo esperamos. Lo resumiré en esta frase: Los hombres no sufren. “Los hombres no lloran”, ¿ recuerdan esa (estúpida) frase de la infancia masculina? Y si sufren, !oído al tambor! son padecimientos elevadísimos, relacionados, mínimo, con salvar a la humanidad: Cristo, por ejemplo. Pero el sufrimiento diario, el del ciudadano de a pie, deben calárselo. Y muchas mujeres se lo recuerdan (injustamente) a sus hombres: “no te quejes tanto, es sólo un resfriado”…todos malaprendemos en el desarrollo social. Por eso no hay fotos de hombres ni con alergias, ni con picadas, ni con callos, ni con estreñimiento en la farmacia. El sufrimiento y la indignidad diaria en nuestra sociedad son femeninos. ¡En algo debemos reinar, digo yo!

En mi búsqueda de la verdad, así esta sea una mierda (jejeje), descubrí también que ha habido numerosos hombres famosos que murieron de infarto, en el water, en su esforzado intento por defecar. Imagino que eran hombres que padecían calladamente su condición.

Es probable que muchos de estos hombres que sufren en silencio se escapen de las estadísticas (de ahí las cifras), contrariamente a las mujeres, que gritan sus dolores con toda impudicia y frescura, entre otras cosas, para no morir sentadas en el trono de la ignominia. Porque a decir verdad, ¡qué pérdida de glamour.

Y si no, que lo diga Elvis.