
Hoy no se puede abrir el periódico sin leer una mala noticia.
Joseph Ratzinger, hoy en día el Papa Benedicto XVI, ha declarado “null and void” a la mula y al buey del pesebre navideño.
El diario El País lo señala así:
Aunque Joseph Ratzinger, que ya era un respetado teólogo antes de convertirse en Benedicto XVI, deja en pie “la realidad histórica” del nacimiento de Jesús y la virginidad de María, se carga de un plumazo la iconografía del portal: ni había mula ni había buey, y la estrella —casi con toda probabilidad— era una supernova.
Les cuento que la desaparición del limbo, en su época, me satisfizo. Y la re-definición del purgatorio, aunque me gustó también, me dejó preocupada por las consecuencias artísticas (!tanto lienzo dedicado al purgatorio!).
La idea de que había un sitio en el que vagaban unas almitas infantiles (el limbo) siempre fue perturbadora. Esta concepción fue eliminada por considerarlo “una hipótesis teológica”. Muy de acuerdo. Sabia decisión.
El purgatorio ha sido replanteado como “un fuego interior que purifica el alma del pecado”. Fair enough. También me gusta.
Pero mi querido Joseph (y perdona el atrevimiento, le hablo a tu esencia humana), ¿por qué la mula y el buey? A la estrella le diste la posibilidad de supernova, pero a la mula y al buey no les dejaste nada. Sin posibilidad de defenderse y de un plumazo, ¿ya no están en el pesebre?
Ya sé que son animales humildes para la majestad del momento del nacimiento del Hijo de Dios, pero ¿por qué sería incongruente la presencia de un par de animales de establo en un establo?
Pero dejemos de lado las consideraciones lógicas, porque habíamos acordado que la religion y la fe son cosas del corazón y del espíritu (whatever that means). También pasemos por alto las consecuencias artísticas que son importantes (hasta cabras metió Giotto en el asunto).
Sin embargo, veamos las consecuencias sociológicas…
Dínos Joseph ¿qué vamos a hacer los venezolanos sin esas figuras en Navidad? La Navidad es tiempo de villancicos, o aguinaldos, como decimos los de esas tierras. Y dos de los villancicos más hermosos de Venezuela tienen el kit completo: el burrito (que además es sabanero), el caballito, los pastores, la mula y el buey…!!hasta el lucerito!!
No hay venezolano que no se sepa o haya oído estos versos:
Con mi burrito sabanero voy camino de Belén; si me ven, si me ven, voy camino de Belén (Mi burrito sabanero).
San José y María, la mula y el buey, fueron los que vieron al niño nacer. Al niño nacer, dicen los pastores. Que ha nacido un niño cubierto de flores. (Corre caballito).
Yo sé que no conoces nuestras navidades, ni nuestras costumbres, ni nuestras músicas. Pero te informo Joseph, que si nos quitas la mula y el buey, nos quitas los villancicos.
Y si nos quitas los villancicos, nos dejas a merced….
!!de las gaitas!!
Y te invito a que las oigas Joseph, todo el día y a todo volumen, desde octubre hasta febrero, porque así es como se hace por esos lados.
Te aseguro, Joseph, y sin ofender:
vas a entender lo que es el llanto y el crujir de dientes.
Con mi burrito sabanero (intérprete: Juanes. Villancico)
Corre caballito (intérprete: Serenata Guayanesa. Villancico)
Preguntamele a Carruyo (intérprete: Sabor gaitero. Gaita de letra críptica como casi todas)